Zucaina, 13 de Agosto de 2007

Una tormenta acorta la segunda tarde de toros y un cerril arroya a un recortador.

La lluvia ha vuelto a ser otra vez la protagonista en los festejos de este año, tal y como ya sucedió en las pasadas Fiestas de Santa Ana. Poco antes de empezar la segunda tarde de toros de las Fiestas 2007 se desencadenó una tormenta de elevada intensidad y mucho aparato eléctrico. Un rayo impactó en el pararrayos del campanario de la iglesia, provocando un gran estruendo y un buen susto a más de uno, pero por suerte no provocó ningún desperfecto. La tormenta descargó con intensidad durante unos 15-20 minutos y luego dio paso a una tarde variable con algún chubasco intermitente, momento en el que empezó la exhibición de ganado vacuno de la tarde y enseguida se dio paso a la prueba del cerril del día.

Durante la prueba del cerril que se iba a embolar por la noche, los presentes en la Plaza de la Iglesia pudieron deleitarse con la actuación de dos recortadores, los cuales realizaron unos buenos pases delante del toro. Todo transcurría sin problemas hasta que el toro arroyó a uno de los recortadores, que venía del vecino pueblo de El Castillo. El toro embistió al chaval con la cabeza levantándolo unos 3 metros del suelo con la mala suerte que cayó sobre el lateral del cajón en el que habían soltado al cerril y que estaba situado junto al carafal de la peña "Los Dinios". Al intentar incorporarse el mozo de la primera embestida, el toro lo volvió a arroyar, pero por suerte también con la cabeza y sin levantarlo esta vez del suelo. Enseguida el chaval pudo ser llevado a la UVI móvil y ser atendido. El pronóstico inicial de la embestida parecía indicar que tenía el fémur, la rodilla y dos costillas del lado derecho rotas, con lo que se lo llevó la ambulancia hacia el Hospital de La Plana. Una vez allí se ha podido saber que al final tenía rota únicamente la rodilla. Con este incidente no acabaron los problemas, ya que se tardó casi una hora en poder encerrar al cerril que había envestido al recortador del Castillo y además volvió a llover al pasar una segunda tormenta hacia el final de la tarde, aunque de intensidad mucho menor que la primera. Luego por la noche quedó el cielo despejado, permitiendo la actuación de la discomóvil programada, aunque con un notable descenso de temperaturas que hizo la velada muy fresca. - Toni Barrera Escoda.